A LA OPINIÓN PÚBLICA
Los acontecimientos del día de
hoy en los que un grupo de personas con el rostro cubierto pegan carteles que
expresan: “¡Castaño vive!¡La lucha sigue!” y en donde aparece el rostro de
Carlos Castaño comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia, causan gran
preocupación dentro de la comunidad universitaria.
No podemos olvidar que el
paramilitarismo en Colombia, justificado en la persecución a grupos insurgentes, ha generado las mayores
masacres en la historia colombiana y ha perseguido y exterminado toda forma de
organización social que haga resistencia a las nefastas políticas
gubernamentales, contando con el apoyo de las fuerzas militares e influyendo en
las más altas esferas de poder como el Congreso y Presidencia de la República.
Las universidades públicas no han
sido ajenas a este flagelo, por el contrario han representado un objetivo de
los grupos paramilitares y dentro de sus víctimas se encuentran el movimiento
estudiantil, el profesoral y el obrero universitario. En las últimas décadas
las amenazas a través de panfletos, graffitis, llamadas telefónicas, entre
otras, han culminado en el exilio, la desaparición y en la muerte de muchos de
ellos.
Por otra parte, las
administraciones de turno han utilizado este tipo de acciones para justificar
la implementación de medidas cada vez más represivas dentro del campus
universitario como el aumento del personal de seguridad privada, la instalación
de cámaras de vigilancia, la presencia de miembros de la policía en las
porterías de la institución, la aprobación de exagerados reglamentos
disciplinarios, entre otros. Hacemos el llamado a la administración para que no
se fortalezcan este tipo de medidas pues no han aportado a la solución real de
los problemas que afronta esta universidad y que son reflejo del carente sistema de
educación superior y de una sociedad sumida en una profunda desigualdad.
La invitación sigue siendo la de
defender la universidad como un espacio abierto de construcción y debate de
ideas, blindado de aquellos que pretenden acallar por medio de balas las voces
de protesta, cerrar los ojos a la realidad y moldear los cerebros al statu quo. También debemos
rechazar la presencia y apología paramilitar en las universidades, las persecuciones
y las amenazas que realizan a la población que lucha por un mejor futuro.
Desde la representación
estudiantil al CSU, seguiremos en pie de lucha defendiendo el derecho legítimo
a organizarse y expresarse libremente enmarcado en la defensa de los derechos
de la comunidad universitaria y los derechos del pueblo.
¡Todos a rechazar la
presencia paramilitar en las universidades y en el conjunto de la sociedad!
OSCAR ARAUJO QUINTANA
Representante Estudiantil ante Consejo Superior
Universidad Industrial de Santander
E-mail: oaraujosuperioruis@gmail.com
Twitter: @araujo_superior
Uisnoesuno.blogspot.com
Ojalá esa rapidez para rechazar la presencia paramilitar en la universidad se diera también para rechazar la de la guerrilla en la UIS. Es decir, rechazar a cualquier grupo violador de los derechos humanos sin importar su posición en el espectro político. Ojalá.
ResponderEliminarEntiendo tu posición y comparto el postulado que en las universidades no debe haber parecencia de grupos armados, legales o ilegales, estatales o para estatales, pero lo invito a hacer memoria y recordar, ¿Quién? ha presentado constantemente una amenaza para el movimiento estudiantil enmarcado dentro del contexto social. Te lo resumo a modo de pregunta, ¿Cuántos estudiantes, profesores o trabajadores universitarios ha asesinado la guerrilla y cuantos el paramilitarismo?
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