La Mesa Amplia Nacional Estudiantil, la popular MANE, tiene
lista su propuesta de ley de educación superior. Un año y medio de discusiones,
consultas, debates y aprendizaje concluyeron el 3 de junio en la Universidad de
Antioquia con esta propuesta construida por vez primera en la historia del
continente americano bajo la iniciativa de los estudiantes, junto con
trabajadores, profesores y diversos sectores sociales y políticos.
Mucho ha aprendido esta generación de jóvenes sobre el poder
político de la movilización y de la organización, sobre la importancia del
debate argumentado y la lucha de ideas para encontrar puntos de unidad que
permitan acometer la ingente labor de combatir la política educativa de Juan
Manuel Santos y a la par, construir lo que la MANE ha llamado “una nueva
educación para un país con Soberanía, Democracia y Paz”. La Mane ha aprendido
bastante, pero también tiene mucho por decir.
La importancia de la propuesta democrática que la MANE ha
construido y que le presentará al país en agosto no pretende ser texto escrito
en piedra. Por el contrario, se ha construido sobre la base de innumerables
borradores que han sido expuestos al país, sometidos a la crítica y
enriquecidos con múltiples aportes. Lejos de la soberbia del gobierno nacional
con sus propuestas sobre educación superior que lucen antidemocráticas en su
procedencia y su contenido, la de la
MANE es una propuesta que le pertenece al país y es susceptible —por supuesto—
de ser mejorada.
Vale la pena mencionar algunas de las propuestas que ha
construido la MANE, con todo y la evidente dificultad de hacerlo en tan solo de
un par de líneas.
Difícilmente puede encontrarse algo que funcione peor que la
educación superior en Colombia. Así como hemos señalado que el presente de la
universidad pública colombiana habla muy mal del futuro del país, también
decimos que a cada modelo de país le corresponde un modelo de educación, pues
la atroz realidad del país se refleja en la crisis de la educación superior.
Solo 40 de cada cien jóvenes accede a ella, de estos apenas 15 obtienen el
privilegio de una universidad pública, de los cuales siete logran graduarse y solo cinco consiguen
empleo.
Quienes acceden a la educación pública viven en carne propia
lo que significa el déficit acumulado de más de 11 billones de pesos desde 1992
que ha desmantelado las universidades del Estado; y quienes no lo logran, se
enfrentan al mundo de la educación privada “al tamaño de su bolsillo”, un
apartheid educativo en donde solo quienes tienen altos recursos o capacidad
para endeudarse, pueden acceder a educación de calidad. Mientras el resto se
debate entre la baja calidad y la desocupación.
La MANE ha planteado que la educación es un derecho
fundamental y valiéndose de los desarrollos internacionales en materia de
derechos económicos, sociales y culturales, ha establecido que el contenido
material del Derecho a la Educación está ligado a la garantía de acceso,
permanencia y calidad. Y entonces el Estado, como principal garante del goce
efectivo de este derecho, debe garantizar recursos a las universidades públicas
que cubran: acceso, materializado en la gratuidad; permanencia, fortaleciendo
los programas de bienestar; y calidad,
destinando recursos que garanticen condiciones materiales adecuadas para
formación, la investigación y la proyección social. La MANE ha propuesto
aumentar el presupuesto asignado por el gobierno nacional a las 32
universidades públicas de 2,3 billones en 2013 a 7,3 en 2014, comenzando el
camino para ponerlas a tono con la realidad nacional y colocar al país al mismo
nivel de países semejantes.
La MANE defiende la autonomía y la democracia al interior de
las universidades como garantía contra su instrumentalización por parte del
gobierno de turno o de poderes económicos ajenos a la vida universitaria. Por
ello plantea una transformación radical de los cuerpos de gobierno de las
universidades públicas, estableciendo que la comunidad universitaria debe ser
mayoría en dichos órganos y ha planteado, además, que debe existir
participación democrática de estudiantes, profesores y trabajadores dentro de
los órganos de gobierno de las universidades privadas.
Ante el oprobioso sistema de créditos del ICETEX, que
funciona con mecanismos usurarios que avocan a miles de familias a la ruina, la
Mane ha propuesto tasa interés del 0% para todos los tipos de créditos y la
condonación de deudas a los deudores que ya han pagado la totalidad del capital
que les fue prestado.
Un sistema de educación superior basado en la cooperación de
las instituciones que lo componen, y no en la competencia por recursos escasos,
servirá de blindaje para evitar la violación a la autonomía o el chantaje por
parte de los gobiernos de turno. La autonomía sistémica garantizará una
articulación entre el Estado, la Sociedad y la Universidad bajo la cuál se
respete el papel de la universidad en la sociedad.
La propuesta de la MANE es integral y por ello imposible de
resumir en una cuartilla. No obstante, la MANE se ha trazado la tarea de
socializarla durante el segundo semestre a fin de convocar la más amplia unidad
con otros sectores para emprender la que sin lugar a dudas puede ser la batalla
más importante que haya encabezado el movimiento estudiantil colombiano: la
lucha por conquistar una ley que no se ha escrito para ser constancia
histórica, sino para resolver los problemas históricos de la educación superior
y aportar a la construcción de una nueva sociedad. Sabemos que tenemos una
ventaja: los argumentos incontrovertibles de la realidad están de nuestro lado.
La profunda crisis que vive la educación superior no soporta un año más, solo
resta poner nuestros argumentos al servicio de la movilización.
La historia de las transformaciones democráticas siempre ha
estado marcada por la movilización de enormes ríos de gente, por ello la MANE comprende que su única garantía de éxito está cifrada en su capacidad de
movilización. En septiembre se reunirá para evaluar las condiciones del momento
con el propósito de tomar la decisión que mejor convenga para conquistar una
nueva Ley de Educación Superior. Y es preciso que el país sepa, que el retorno
al paro nacional universitario es una posibilidad que se evaluará el 28 y 29 de
septiembre, fecha en la cual de nuevo el movimiento estudiantil se reunirá para
definir la ruta a seguir.
Sergio Fernández es vocero nacional de la Mesa Amplia
Nacional Estudiantil - MANE
Fuente: www.las2orillas.co
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